Uno de los beneficios más conocidos del aceite de CBD es su capacidad para reducir la ansiedad y el estrés. Un estudio en animales realizado en 2011 encontró que el CBD redujo la ansiedad en ratones, mientras que un estudio más reciente en humanos encontró que el CBD puede reducir la ansiedad y mejorar los patrones de sueño en personas con trastornos de ansiedad.
El aceite de CBD también puede tener efectos analgésicos, lo que significa que puede reducir el dolor y la inflamación en el cuerpo. Un estudio de 2008 encontró que el CBD puede ser efectivo en el tratamiento del dolor neuropático en pacientes con esclerosis múltiple, mientras que otro estudio de 2016 encontró que el CBD puede reducir el dolor y la inflamación en pacientes con artritis.
Además, el CBD también se ha estudiado por su posible capacidad para reducir la frecuencia y la gravedad de las convulsiones en pacientes con epilepsia. En 2018, la FDA aprobó un medicamento a base de CBD llamado Epidiolex para el tratamiento de dos formas raras de epilepsia infantil.
El aceite de CBD también puede tener efectos beneficiosos en el corazón y el sistema circulatorio. Un estudio de 2017 encontró que el CBD puede reducir la presión arterial en pacientes con hipertensión, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Si bien estos estudios son prometedores, es importante tener en cuenta que la investigación sobre el CBD todavía está en sus primeras etapas. Si estás interesado en usar aceite de CBD para mejorar tu salud, te recomendamos hablar con un profesional de la salud calificado que pueda ayudarte a determinar si es adecuado para ti y cómo debes usarlo.
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